No puede ser más divertido ver a Macaulay Culkin, Seth Green, Marilyn Manson y Chloë Sevigny interpretando a los club kids de finales de los noventa, la vida nocturna neoyorkina retratada a partir de un documental de los mismos directores, que también me he tragado. Todo el rollo de los excesos, el esperpento, las drogas y las sobredosis siempre me ha atraído en los argumentos y más si los hechos que se relatan son veridico, puro morbo. Eso si no os esperéis unos personajes muy trabajados ni bien descritos, pasa por encima dado que la intención del film no es más que mostrar cómo eran aquellas fiestas tan bizarras y el desenlace de algunos de sus propulsores.
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