viernes, 10 de septiembre de 2010

# Calavera,


Foto de Agyness Deyn


Te estuve esperando largo tiempo. Los lunares del cielo brillan de noche sobre una tez azul oscura. Marte proyecta una sombra en ámbar que hiere a los cráteres de la luna y le deja las marcas de sus colmillos. Una baba roja gotea sobre mi hemisferio derecho. Una baba roja constante, agujereando el hueso. Redonda calavera desnuda. Mis ojos en el suelo rodando. Mi piel arremangada por debajo del cuello. Mis pensamientos inscritos en el cráneo descubierto. Puedes leer tu nombre en su relieve; nunca has tardado tanto en descifrar acertijos, ni en llegar. 

Siempre es de noche y los lunares brillan. Ahora duermo de día y los murciélagos se abrazan colgando del cielo, ingrávidos, poseídos por todos los relojes que se han parado.

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