domingo, 29 de agosto de 2010

# Mediasnoches


La aguja más corta del reloj está en posición vertical por encima del ecuador de su esfera de mármol, la otra le alcanza ahora. El cuco se muestra, graznando, impulsado por el mecanismo de la medianoche. Yo solo, a oscuras, mis parpados haciendo reverencias a la penumbra. La planta de mis pies se acurruca entre las dobleces que hace mi sombra al proyectarse en ella la luz criminal que se filtra entre las tupidas cortinas. Se mantiene el frio que ralla los huesos. Yo desnudo, a oscuras, cada milimetro de mi piel quiere dárseme la vuelta. Debajo, bullendo, mi vida. La escucho, hace tiempo que no me paraba a hacerlo. Yo vivo, a oscuras, recordando que, aunque todos mis amores caduquen temprano, vendrán otros. La luna escucha también. La luna confidente se derrama en mi boca y yo derramo sobre ella el veneno que otros me dejaron dentro.

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