Nada es eterno, nunca lo fue. Ni tan si quiera los vacios que te corrían por dentro. Tú muriendo.Tú, tú y tu imagen matándote hasta ser nada, polvo hundido sobre arena de uno de tantos desiertos. parpadeando débilmente mientras os alejáis hacia el horizonte. Y al llegar, veros desaparecer comidos por el ocaso.
Las heridas desinfectadas de pasiones pasajeras. La ausencia de tu recuerdo multiplicándose hasta hacerse incontable. sábado, 28 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 estallidos:
Publicar un comentario