miércoles, 29 de febrero de 2012

Un mal viaje. Bukowski.

Si prohibiesemos todo lo que vuelve locos a los hombres, toda la estructura social se derrumbaria: el matrimonio, la cirugia, todo lo que se te ocurra. Cualquier cosa puede volver loco a un hombre, porque la sociedad se asienta en bases falsas. Hasta que no lo derribemos todo y lo reconstruyamos, los manicomios seguiran descuidados. Y los recortes que hace nuestros buen gobierno a los presupuestos de los manicomios los tomo como una sugerencia implicita de que a los enloqucidos por la sociedad no debe mantenerlos y curarlos esa sociedad misma. (...)

La ley crea su propia enfermedad en mercados negros ponzoñosos. Pero, en el fondo, la mayoria de los malos viajes se deben a que el individuo ha sido moldeado y envenenado previamente por la sociedad misma, Si un hombre está preocupado por el alquiler, los plazos del coche, los horarios, una educación universitaria para su hijo, una cena de doce dólares para su novia, la opinión del vecino, levantarse por la bandera o que va a pasarle a Brenda Starr, una pildora de LSD probablemente le vuelva loco, porque, en cierto modo ya lo está y sólo soporta las mareas sociales por las rejas externas y los sordos martillos que le hacen insensible a cualquier pensamiento individualista. Un viaje exige un hombre que aún no esté enjaulado, un hombre aún no jodido por el gran Miedo que hace funcionar toda la sociedad.

1 estallidos:

Diego Fernando dijo...

Tu blog tiene lo que yo llamo ese 'no se qué' que 'no se cómo', que hace que me gusten ciertos blogs, no sé qué es, pero como pretendo quedarme un tiempo mas, cuando lo averiguo te lo digo.

Sobra lo de 'me gusta como escribes', es irrelevante a estas alturas.

Un saludo,
Ferxolate!

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