viernes, 8 de octubre de 2010

se hace grande.

El susto se hace grande. Nos pasamos el rostro por las manos intentando reconocer la pena y hacer algo por detenerla en su camino de descenso pero sigue cayendo rabiosa como si diciembre durase para siempre y la gravedad de la nieve le contagiase el peso. Hace frio, intento dormir, no existe sabana lo suficientemente larga como para cubrirme los pies, sigo teniendo frio, y sueño. Tú tampoco duermes y el susto aún nos convulsa el cuerpo cuando nos quedamos a oscuras y solos.

0 estallidos:

Publicar un comentario